Si hay algo que atemoriza al alcohólico es la posibilidad de tener una enfermedad como la cirroris hepática. Pero esta enfermedad refleja sólo una pequeña parte del deterioro fisiológico que acompaña al alcoholismo.
El alcoholismo es la causa, directa o indirectamente, de más ingresos hospitalarios que cualquier otro factor. Sin embargo esta implicación puede no ser evidente porque frecuentemente ingresan alcohólicos en el hospital con un diagnóstico que no es el de alcoholismo.
No nos engañemos: un número significativo de víctimas de ataques cardíacos son alcohólicos. También lo son muchos de los ingresados por úlceras, pancreatitis, gastritis, problemas pulmonares y un sin fin de enfermedades.
Muchos internos con lesiones cerebrales en unidades para patologías crónicas, que ni siquiera pueden recordar su nombre llegan a ese estado a causa del alcoholismo.
Por más que una enfermedad física pueda atemorizar a un alcohólico, lo más probable es que sin un trftamiento específico para alcoholismo, éste siga bebiendo aunque tenga otra enfermedad.
¿Per qué? Porque ésa es la naturaleza del alcoholismo y es otro excelente ejemplo de hasta qué punto un alcohólico llega a ser impotente ante el alcohol.
Deterioro fisiológico
Publicado por
Gabriel Tornaser
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