Cuarto Paso Sin ningún temor hicimos un inventario moral de nosotros mismos.
En el alcoholismo, como en otras enfermedades crónicas, la responsabilidad del éxito o fracaso del tratamiento descansa directamente sobre los hombros del paciente. Sólo el alcohólico puede, con apoyo y consejo adecuado, establecer y mantener un programa de recuperación.
Por consiguiente, el modo más efectivo de tratar esta enfermedad no supone «ayudar» al alcohólico, sino que consiste en enseñar al alcohólico a ayudarse a sí mismo. Y la base más firme para la «autoayuda» es el autoconocimiento. Cuanto mejor se conozca a sí mismo, mejor capacitado estará para desarrollar estrategias que le ayuden en su recuperación.
El Cuarto Paso favorece el autoconocimiento a través de un proceso de autoexamen. Observando detenidamente sus actitudes, actos y comportamiento, puede identificar firmezas y debilidades en su propio programa de recuperación.
Es importante comprender el uso del término «moral» en este Paso. Cuestiones morales son aquellas que conciernen a «lo bueno y lo malo». La intención del Cuarto Paso no es señalar acusadora-mente a usted o a otras personas por lo que hasta ahora ha funcionado mal en su vida. Este Paso no se formula para hacerlo sentirse culpable por lo que hizo o dejó de hacer en el pasado.
Creemos que el valor principal del Cuarto Paso reside en ayudarlo a identificar aquellos aspectos de su comportamiento que podrían interferir en su recuperación. Tal interferencia parte normalmente de dos puntos: las defensas que le impiden ver la extensión y la gravedad de la enfermedad, o los peligros de una recaída; y los juicios irracionales e improductivos que hacen la vida difícil, incluso cuando se está sobrio.
Aunque seríamos los primeros en protestar contra la insinuación de que el alcoholismo representa alguna forma de inmoralidad, o que el alcohólico es el responsable de su enfermedad, creemos que hay un definido aspecto «moral» en el tratamiento. Es decir, una vez que ha entendido qué es el alcoholismo, y ha sido diagnosticado como alcohólico, usted está obligado por esa razón a tratarse. Y donde interviene un trata-
miento, hay claramente métodos buenos y malos de recuperación.
Al cabo de años de trabajo con alcohólicos hemos llegado a convencernos de que muchos de ellos quieren recuperarse del alcoholismo una vez que se dan cuenta que lo sufren. En algunos casos, sin embargo, este deseo de estar bien se ve socavado por las defensas y por los juicios irracionales que predisponen al alcohólico al fracaso. Por consiguiente pensamos que el Cuarto Paso debería representar una valoración efectuada por el alcohólico de su comportamiento pasado, sus actos presentes y sus planes futuros en lo que se refiere a esta enfermedad.
En busca del autoconocimiento
Publicado por
Gabriel Tornaser
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